
Las partes interesadas en la producción de carne de vacuno sostenible a nivel mundial protegen y respetan los derechos humanos y reconocen el papel fundamental que desempeñan todos los participantes de la cadena de valor de la carne de vacuno en su comunidad en lo que respecta a la cultura, el patrimonio, el empleo, los derechos sobre la tierra y la salud.
Este principio y los criterios asociados se basan en el respeto de los derechos de todos los seres humanos y en el reconocimiento y respeto de su rico y diverso patrimonio cultural. El cumplimiento de la legislación aplicable es una premisa y una expectativa subyacentes, y reconocemos que pueden existir discrepancias entre estos criterios y la legislación aplicable. En ausencia de legislación, o cuando exista una diferencia entre estas leyes y estos criterios, se espera que se respete la más estricta de ambas.